Para qué sirve un filtro de partículas

Se sabe que el combustible diesel no se quema como la gasolina. Dentro de los cilindros de un motor diésel hay mayor presión, pero menor temperatura porque no hay bujías allí. En el combustible de hidrocarburos, el hidrógeno es más activo, se quema primero, y los átomos de carbono no utilizados tienden a "agruparse". Afortunadamente, como sabemos del curso de química, ellos saben hacerlo. Lástima que en este caso no se formen diamantes, sino pequeñas partículas de grafito, es decir, hollín.
Es un carcinógeno peligroso que contamina gravemente la atmósfera y causa enfermedades respiratorias, incluyendo el cáncer. Para eliminar el hollín del escape, se inventó el DPF (filtro de partículas diésel). Desde que entraron en vigor las normas Euro-4 en 2006, este dispositivo es obligatorio en cualquier automóvil equipado con motor diésel.
El dispositivo se instala aproximadamente en el mismo lugar donde se encuentra el catalizador en los vehículos de gasolina, es decir, en el sistema de escape. El filtro de partículas de hollín a menudo se combina con el catalizador, pero presenta varias diferencias con él. Lo más importante es el proceso de regeneración integrado en su diseño. El filtro de partículas no combate continuamente el hollín, sino que lo acumula y luego, cuando se dan las condiciones adecuadas, lo quema.
Aunque el sistema estándar de limpieza del filtro de partículas está bien diseñado, en la práctica, puede pasar mucho tiempo antes de que se presenten las condiciones adecuadas para que funcione de manera óptima. Para la combustión del hollín se necesita una temperatura superior a la que normalmente alcanza el sistema de escape de un motor diésel. Por lo tanto, es necesario aumentar las revoluciones, inyectar una mayor cantidad de combustible, y todo esto debe durar al menos 20-30 minutos. Si el vehículo se utiliza solo dentro de la ciudad, puede que pasen años antes de que se den esas condiciones. Durante todo este tiempo, el filtro de partículas se va obstruyendo.
Cabe destacar que los vehículos diésel rara vez se equipan en descapotables, donde, al menos una vez a la semana, se puede disfrutar de un paseo por la carretera a alta velocidad. Los vehículos diésel son predominantemente vehículos "trabajadores", donde cada kilómetro y cada minuto están minuciosamente planificados. Y, a menudo, cada centavo para el mantenimiento. Y cuando la limpieza del filtro de partículas mediante el método de fábrica deja de ser efectiva, el filtro deja de permitir el paso de los gases, y el vehículo queda fuera de servicio, los propietarios de vehículos comerciales están dispuestos a resolver el problema de cualquier manera.

Formas de resolver problemas de filtro de partículas

Cuando el filtro está obstruido y la regeneración estándar no ayuda, existen tres opciones:
1. Reemplazar el filtro de partículas por uno nuevo.
2. Lavado de filtro de partículas.
3. Eliminación.
La primera opción es adecuada solo para vehículos de colección, ya que el precio de un DPF original nuevo a menudo es comparable al valor residual del vehículo, mientras que un filtro no original barato no tiene las propiedades necesarias y se obstruye muy rápidamente. Volveremos a la limpieza más adelante; primero, hablemos sobre la eliminación.
Este método "bárbaro" es bastante popular precisamente por su radicalidad. La lógica de los propietarios de vehículos diésel es fácil de entender: no hay filtro, no hay problema. No hay errores, obstrucciones, aumento del consumo de combustible para la regeneración, ni aumento del consumo… en resumen, ahorro en todos los aspectos. Pocas personas piensan en las trampas de esta solución, y las empresas que eliminan el filtro de partículas tampoco suelen hablar de esto con sus clientes.

Desventajas de eliminar un filtro de partículas

Las ventajas de eliminar el filtro son evidentes: no habrá más problemas con él, es posible que se reduzca el consumo de combustible e incluso se mejore la dinámica del vehículo. Sin embargo, para que esto funcione, la operación debe realizarse de manera adecuada, incluyendo la programación correcta de la ECU del vehículo. Si simplemente se elimina el filtro de partículas, el consumo de combustible aumentará y la ECU seguirá mostrando errores constantemente.
Las desventajas son menos conocidas, pero hay más:
1. Incompatibilidad. No todos los componentes del motor funcionarán correctamente tras la reprogramación de la ECU. Es posible que también sea necesario eliminar la válvula EGR o incluso el catalizador.
2. Degradación de la clase ecológica. Los parámetros del vehículo se deberá cambiar a los del estándar Euro-2, lo que no corresponderá a las normativas de emisiones modernas. Además, la eliminación del DPF puede ser considerada una violación de la ley. Aparecerán problemas para pasar la inspección técnica, con la entrada a países de la UE y posibles multas durante las inspecciones.
3. Color y olor de los gases de escape. Se convertirán en diesel clásico, "como los de un tractor", con humo negro al acelerar bruscamente y subiendo.
4. Turbina. Los ingenieros suelen ajustar los parámetros de este componente de acuerdo con las especificaciones del motor. La reducción de la resistencia en el sistema de escape provocará cambios en el funcionamiento de la turbina. Puede empezar a silbar o incluso fallar prematuramente.
En resumen, la eliminación es una solución bastante ambigua. Además, reinstalarlo será mucho más complicado que eliminarlo.

Lavado DPF

Sin embargo, el problema de un filtro de partículas obstruido se puede resolver de manera bastante simple y por un costo similar al de eliminarlo. En esto puede ayudar nuestra Máquina MS 900. Está diseñado originalmente como equipo para la limpieza de DPF, FAP y cualquier otro tipo de filtro de partículas. La máquina se compone de tres módulos y no solo es capaz de lavar, sino también de secar los filtros, y lo más importante, medir los parámetros de resistencia antes y después de la operación.
La máquina de limpieza de filtros de partículas utiliza únicamente agua limpia y aire comprimido, lo que lo hace seguro para el personal y el medio ambiente. El proceso de limpieza dura no más de 2-3 horas, después de lo cual el filtro y el vehículo tendrán el mismo estado que cuando salieron de la línea de montaje del fabricante. Incluidos los parámetros ambientales. 

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