Diseño y propósito

El DPF es posiblemente uno de los dispositivos de barrera más inusuales en un vehículo. Primero, solo se instala en automóviles diésel, de ahí su nombre en inglés: Diesel Particulate Filter (DPF). En segundo lugar, captura partículas nocivas en el lado de salida, no en la entrada. A diferencia de un convertidor catalítico, las captura en lugar de destruirlas. Esto lleva a la característica más importante del DPF: necesita limpiarse periódicamente para mantener la capacidad de flujo del sistema de escape.

Para ahorrar dinero a los propietarios de vehículos (un nuevo DPF con metales preciosos puede costar miles de dólares) y tiempo, los fabricantes han desarrollado un sistema que permite la regeneración del filtro durante la conducción. Sin embargo, esto requiere que se cumplan varias condiciones, como conducir a velocidades constantes y altas revoluciones del motor durante un período prolongado.

Aunque estas condiciones no parecen difíciles, en la práctica se cumplen raramente, especialmente en la conducción urbana. A medida que el filtro se sigue obstruyendo, la electrónica del vehículo inicia más frecuentemente procesos de regeneración, lo que aumenta el consumo de combustible y la pérdida de aceite. Eventualmente, los problemas con el DPF pueden afectar el rendimiento del motor.

¿Qué hacer si el DPF está obstruido?

Un DPF obstruido puede afectar gravemente el rendimiento del vehículo e incluso hacer que el motor no arranque. Hay tres soluciones:

1. Reemplazar el DPF por uno nuevo.
2. Eliminar el DPF del sistema de escape.
3. Lavar el DPF.
Un nuevo DPF original es muy costoso, y los reemplazos no originales suelen ser poco confiables y tener una vida útil corta. Eliminar el DPF es una opción para aquellos que no se preocupan por las normas ambientales o los problemas que esto podría causar durante las inspecciones. Lavar el DPF es la única solución que resuelve todos los problemas y mantiene el vehículo dentro de las normas ambientales y los estándares de fábrica.

Qué equipo elegir para limpiar el DPF

Lavar DPFs es una práctica común desde su aparición, pero la mayoría de los métodos involucran limpieza química. Este proceso generalmente implica llenar el filtro con una solución química, dejarlo reposar durante varias horas (8-12) y luego retirarla. Algunos métodos ni siquiera requieren la extracción del filtro; se vierte la solución a través del agujero del sensor y la suciedad se expulsa por el tubo de escape.

Aunque efectivo, este método tiene inconvenientes: es dañino para el medio ambiente, peligroso para el operador, y no permite verificar la efectividad de la limpieza ni la duración del correcto funcionamiento del motor.

Por eso desarrollamos nuestro propio equipo de limpieza de DPF, teniendo en cuenta todos estos problemas: el banco MS900. Consta de tres módulos:

MS900A – módulo de diagnóstico y secado;
MS900B – módulo de lavado;
MS900C – cámara de lavado y secado.
Este equipo realiza todo el ciclo de limpieza. Viene con adaptadores para conectar cualquier DPF, ya sea de automóviles o camiones. Además, está equipado con herramientas de diagnóstico para evaluar la capacidad de flujo del filtro antes y después de la limpieza, asegurando que la diferencia sea de al menos 30 mBar.

Nuestra “superlíquido” es simplemente agua del grifo, que opera en un ciclo cerrado, pasando por tres etapas de filtración: gruesa, media y fina. Los productos químicos solo son necesarios si hay restos de aceite en el DPF, en cuyo caso debe pre-remojarse antes de usar el banco. Agregar productos químicos al agua en el MS900 no es necesario, ya que el propio filtro del equipo los capturaría rápidamente.

¿Por qué el banco MS900 es tan eficiente?

El MS900 logra su alta eficiencia mediante el lavado bidireccional. El diseño del DPF incluye celdas ciegas, y si se lava en una sola dirección, grandes cantidades de hollín permanecen atrapadas o se trasladan a la celda opuesta. En el MS900, al cambiar periódicamente la dirección del flujo y utilizar pulsos de aire comprimido, el agua llega a todos los rincones del filtro, eliminando la mayor cantidad posible de depósitos.

Después de una limpieza tan exhaustiva, el DPF restaurado es prácticamente como nuevo, tanto en capacidad de flujo como en la captura de partículas y vida útil.

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Número de teléfono: +48 (833) 13 19 70